Aruba, Mayo 2016 Foto: AR Rios |
Aún recuerdo aquella mujer postrada en la cama de un hospital de Lima, era una mujer de unos 60 años que un día por la mañana apareció en su cama sin poderse mover, sus familiares habían tardado demasiado en llevarla al hospital, le diagnosticamos de "accidente cerebro vascular" (también se le conoce con el nombre de "ictus" en España o "derrame cerebral" en el argot popular), en ese tiempo no se podía hacer mucho, simplemente controlar los desencadenantes como la diabetes, la hipertensión, la obesidad; porque llegados a este punto no había mucho que hacer, el hospital no estaba lo suficientemente equipado para tratar esta patología porque eran otros tiempos; era un fracaso recibir un paciente así, solo quedaba estabilizar sus constantes vitales y/o enfermedades de base y prepararle para recibir fisioterapia y evitar en alguna forma que el daño sea mayor.
En España, que según mi experiencia tiene uno de los mejores sistemas de salud, cuando hay un "accidente cerebro vascular", tan pronto los familiares llaman al teléfono de emergencias: 112 ó 061, se activa el protocolo de ictus (Código ICTUS); esto hace que se active una cadena de atención que que en un tiempo record permite el tratamiento de esta patología; un equipo médico va a casa y verifica la situación del paciente y de tratarse de un cuadro compatible, se encarga de trasladar al paciente al hospital iniciando el tratamiento a nivel prehospitalario; mientras en el hospital se prepara un equipo de radiólogos para hacer el diagnóstico tomográfico a la brevedad posible y se ponen en marcha en cuanto el paciente entra al hospital; posteriormente de tratarse de un ictus de origen isquémico (que representa el 80% de todos los ictus), es decir desencadenado por la obstrucción de una arteria cerebral, un equipo de neurólogos y otros especialistas inicia la terapia de reperfusión cerebral; con esto se ha evitado que las neuronas mueran y el paciente quede con secuelas. El paciente tiene que llegar a tiempo y recibir el tratamiento adecuado, de esto va a depender su evolución y pronóstico.
Para muchas cosas en la vida es importante llegar a tiempo, en medicina de emergencias, un paciente con "derrame cerebral" es un paciente con una patología tiempo-dependiente; si la comunidad (los alertantes) y los servicios sanitarios actuamos correctamente, a estos pacientes les salvaremos la vida o les salvaremos de tener secuelas graves de parálisis en su futuro, también aliviaremos la carga de dependencia a los familiares de su entorno.
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