Hace un rato el cazador escuchaba "el pequeño tamborilero", un villancico que tenía aires sevillanos, estaba "bacán", pasaba "piola", era como si de pronto volvía entre sueños de algodón a su infancia, esa infancia por la cual pasamos casi todos; esa infancia de alegría, de inquietante curiosidad, de sueños infantiles. El cazador, en la noche de navidad, se acostaba con las ganas de que amaneciera pronto para buscar en el entorno del "nacimiento" su regalo a la mañana siguiente, soñaba con los muñequitos del pato donald, tribilin, pluto, mickey o goofy; todo el entorno de disney; las navidades en su ciudad, Huamachuco, la ciudad "del sombrero de halcón", eran frias, pero al calor de la "tullpa" de la abuela, estas se hacían mas tolerables, se tomaba chocolate, café, se bailaba cumbias pegaditas, una noche alegre sobretodo para los jóvenes, sus familiares mayores.
Con la navidad nació Jesús, nació el cristianismo y todos los valores nobles que de ello se desprenden: la alegría, la camaradería, la honradez, la sinceridad, la ayuda al prójimo y tantos mas; es la fiesta de los niños, de la familia, de los pobres, de los ricos, de los que creen en la religión, de los que no también; de los pueblos, de las grandes ciudades que lo profesan.
¿Y quien es ese niño?; es aquel que nació en un pesebre, en un retablo, que compartió sus primeros minutos de vida con una vaca y un burro; el burrito sabanero no; aquel que nació de una madre, la mas hermosa de las marías; el hijo de un carpintero muy honrado, pobre y trabajador.
Hoy es un día especial para compartir con todos, un día de paz, un dia de alegría, un día para olvidar las penas, un día para dejar de lado el sufrimiento, un día de amistad, un día de Navidad.
¡Feliz Navidad y Próspero año 2011!
Foto: A Rios Reyes, Taboga - Panamá, dic 2010
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